febrero 12, 2025

La escasez mundial de helio tiene a los médicos preocupados por el endurecimiento de la resonancia magnética

En el contexto: El helio es un elemento que la mayoría de nosotros damos por sentado. Lo usamos para flotar globos de cumpleaños. También es un componente de algunos componentes electrónicos, como discos duros llenos de helio. Las máquinas de imágenes por resonancia magnética (IRM) utilizan helio líquido para los imanes superconductores. Desafortunadamente, la tierra se está quedando sin este elemento esencial.

El helio tarda miles de años en formarse dentro de la tierra a través de la descomposición radiactiva. Su pequeño tamaño lo hace más liviano que el aire, por lo que se filtra lentamente a través de la corteza terrestre y se acumula en bolsas de gas que podemos perforar y aprovechar. Su tiempo de gestación extremadamente largo lo hace prácticamente no renovable, por lo que la tierra eventualmente se agotará.

Actualmente nos enfrentamos a una escasez mundial de helio. La planta de procesamiento de gas natural Amur de Rusia, que suministra alrededor de un tercio del helio del mundo, sufrió recientemente dos incendios, uno en enero y otro en octubre. Junto con la guerra en Ucrania y los embargos comerciales involucrados, EE. UU. tiene poco helio de sobra en cosas frívolas como globos de fiesta.

De hecho, los proveedores han comenzado a racionar el gas y reducir la cantidad que venden a “clientes no prioritarios”, señaló NBC News. En la parte superior de la lista de prioridades está la industria médica. Sin embargo, los médicos aún temen que la deficiencia pueda limitar una de sus mejores herramientas para diagnosticar lesiones y enfermedades internas: la resonancia magnética.

“El helio se ha convertido en una gran preocupación, especialmente ahora con la situación geopolítica”, dijo Mahadevappa Mahesh, profesor de radiología de la Escuela de Medicina John Hopkins.

La resonancia magnética puede proporcionar a los médicos representaciones detalladas de los órganos internos y los huesos que otras máquinas, como las radiografías, no pueden obtener. Estas imágenes permiten que el personal médico vea cualquier cosa, desde tumores hasta hemorragias internas. Sin embargo, una máquina de resonancia magnética debe enfriar sus imanes hasta casi el cero absoluto (–459,67 °F) para crear estas imágenes.

Dado que el helio es el elemento más frío de la tierra, con un punto de ebullición de -452 °F, es ideal para enfriar imanes a las bajas temperaturas Kelvin requeridas. Este enfriamiento permite que la corriente pase a través de los electroimanes de resonancia magnética prácticamente sin resistencia, haciéndolos superconductores.

La buena noticia es que las máquinas de resonancia magnética solo necesitan recargarse cada tres o cuatro años. La mala noticia es que se necesitan unos 2.000 litros de helio líquido para realizar una resonancia magnética. Hasta ahora, los hospitales aún no han tenido que reducir las pruebas de resonancia magnética. Sin embargo, los precios del helio ya han comenzado a dispararse, lo que hará que una herramienta de diagnóstico ya costosa sea aún más costosa.

Crédito de la imagen: Diego Delso

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