Si el mundo espera eliminar las emisiones de dióxido de carbono para mediados de siglo, casi la mitad de los recortes tendrán que provenir de tecnologías que solo se encuentran en sus primeras etapas en la actualidad.
Este hallazgo, en un informe de la Agencia Internacional de Energía publicado el martes, apunta a la necesidad de una inversión agresiva en investigación, desarrollo y expansión de tecnologías de energía limpia.
La hoja de ruta de la IEA para eliminar las emisiones relacionadas con la energía para 2050, y ofrecer la oportunidad de limitar el aumento de las temperaturas globales a 1,5 ˚C, incluye funciones importantes para tecnologías que apenas existen o que son demasiado caras en la actualidad. Estos incluyen baterías llenas de mucha más energía, hidrógeno limpio como combustible o materia prima para procesos industriales, biocombustibles líquidos para la aviación y equipos que capturan las emisiones de dióxido de carbono de las fábricas y centrales eléctricas de gas o carbón a bajo costo.
El informe también destaca la necesidad de una inversión significativa en herramientas para extraer dióxido de carbono del aire. Estos incluyen las máquinas de captura directa de aire, que existen pero son muy caras en la actualidad, y la llamada bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (o BECCS), la idea de que podemos usar materiales vegetales como combustible y capturar las emisiones que se producen durante la combustión.
Los hallazgos de la AIE alimentan un debate en curso sobre si el mundo debería centrarse en crear nuevas tecnologías para combatir el cambio climático o implementar agresivamente las que tenemos.
El zar del clima de Estados Unidos, John Kerry, desencadenó una reacción violenta en línea sobre este tema este fin de semana al decirle a la BBC: “Los científicos me han dicho que el 50% de las reducciones que debemos hacer para llegar al cero neto provendrán de tecnologías que no tenemos . Todavía tengo. “
Por su parte, la IEA las describió como tecnologías que “se encuentran actualmente en etapa de demostración o prototipo” o “aún no disponibles comercialmente”.
Pero el informe deja en claro que el mundo no tiene elección entre innovación o distribución. Esboce una línea de tiempo que muestre cuán rápido también necesitamos desarrollar las tecnologías que ya tenemos para cumplir con los objetivos de mediados de siglo.
Para 2030, el mundo debe agregar más de 1,000 gigavatios de capacidad eólica y solar anualmente, lo que está justo por debajo del sistema eléctrico total de los Estados Unidos en la actualidad. Los vehículos eléctricos de pasajeros deben alcanzar el 60% de las ventas nuevas para 2030, mientras que la mitad de los camiones pesados comprados deben ser vehículos eléctricos para 2035. Y para 2045, la mitad de la demanda mundial de calor debe satisfacerse con bombas de calor, que pueden funcionar con electricidad limpia.
En resumen, debemos avanzar rápidamente, en todo, de una vez.