Algo andaba mal, pero Thomas Schmickl no podía resolverlo. Era 2007 y el biólogo austriaco pasaba parte del año en la Universidad Estatal de East Tennessee. Durante sus caminatas diarias, se dio cuenta de que los insectos parecían notoriamente ausentes.
Schmickl, quien ahora dirige el Laboratorio de Vida Artificial en la Universidad de Graz en Austria, no estaba equivocado. Las poblaciones de insectos en realidad están disminuyendo o cambiando en todo el mundo.
Las abejas robóticas, según él, podrían ayudar tanto a la realidad como a la naturaleza circundante, un concepto que él llama piratería del ecosistema. Algunas empresas ya ofrecen colmenas mejoradas que monitorean las condiciones en el interior o incluso cuidan de las abejas de forma robótica. Ahora Schmickl y sus colegas quieren dar un paso más y utilizar la tecnología para manipular el comportamiento de los insectos. Lea la historia completa.
—Elizabeth Preston
El estado de vigilancia chino demuestra que la idea de privacidad es más “maleable” de lo que cabría esperar
Durante la última década, los Estados Unidos y el mundo en general han sido testigos con creciente alarma del surgimiento de China como líder mundial en tecnologías de vigilancia. Si bien esto ha dado lugar a una serie de violaciones de derechos humanos, el estado también ha utilizado la tecnología de vigilancia desde siempre, para encontrar niños secuestrados, por ejemplo, y para mejorar el control del tráfico y la gestión de residuos en las ciudades.
Como argumentan los reporteros del Wall Street Journal Josh Chin y Liza Lin en su nuevo libro Surveillance State, el gobierno chino ha construido un nuevo contrato social con sus ciudadanos: sus datos a cambio de una gobernanza más precisa que, idealmente, hace que sus vidas sean más seguras y fáciles ( aunque no siempre funciona así simplemente en la realidad).
MIT Technology Review habló recientemente con Chin y Lin sobre la idea errónea de que la privacidad no se aprecia en China, cómo la pandemia ha acelerado el uso de la tecnología de vigilancia en China y si la tecnología en sí puede permanecer neutral. Lea la historia completa.
—Zeyi Yang